Te cambio.
Como la palabra cambio que tanto aborrezco dadas las circunstancias.
Te cambio, por loco, por tonto, por dejarme emperrada.
¡Maldita perra que sos! -me andas gritando.
Perra.
Perá...
¿o te cambio a que seas quien no sos? Y no estaré con vos, estaré con otro.
Moraleja: ¡que cambio de mierda!
Lindo
ResponderEliminar