martes, 23 de agosto de 2011

Jodiste a todo Cristo y más.

Se manchó tu piel de sangre ajena y no supiste esquivar el mal paso, buscaste salida por el lado que se equivocó sin seguir las miguitas que Hansel y Gretel dejaron de señuelo por ahí. Agarraste mal y llegaste en donde el lobo había usurpado la cama de la vieja esperando ser parte de tu ansiado final. Cuando de repente todo lo que viste fue una luz, corriendo la seguiste buscando tu miserable escape de ese lugar, y esta solo iluminaba la peor parte de la mierda que siempre juraste ser. Creíste escapar del tormento total, pero hubo falla y llegó el game over de tu jueguito fifí, quien te mira llora de lástima por tan arrogante que solías ser, y ahora ¿Quién te quiere tener en un pedestal? La misma mierda generada por vos mismo va comiendote los pies, y cuando llegué a tu garganta hablará por vos más de lo que siempre habló, y cuando esto termine, el cielo no cerrará su puerta en tu cara, y agradecerá tu asquerosa participación bajo nuestra mirada indignada. Sobre nosotros el cielo es cruel. 


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