El chanchullo le servía contra toda iniciada,
convencía, sugería, y mostraba que las necesitaba,
cada una a su orgullo, lo negaban o aceptaban
y bajo eso le aumentaba la arrogancia.
Un perro de pocas pulgas que rogaba un poco de picazón,
lo volvía loco tener actos de bribón,
y sus pocas nueces se le estaban terminando.
Hombre hambriento, buscando una miguita que joder,
demasiada comida en casa, ilusionando a todo ser.
Las patitas cortas de su mentira ya lo van a traicionar,
es poco fiambre para tanto pan.
Se contradice con su mambo,
y le declina cada vez más.
Promete cambiar sus líneas,
y cuando raja traiciona igual.
Así va a terminar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario